sábado, 22 de octubre de 2011

Qué está ocurriendo con la emigración


Lo primero es que no existe una política de inmigración. Mientras son necesarios porque se necesita esa mano de obra se les dice que vengan, pero llega un momento en que ya no es posible más. Hay cuarenta millones de personas en África esperando para emigrar. ¿Adónde van a ir? La solución es desarrollar a esos países a los que abandonaron las potencias colonialistas, países que fueron usados durante la guerra fría para que los Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaran. Países donde estallan los conflictos tribales y la gente se muere de sida o de enfermedades que aquí curamos con una pastilla. Si se desarrolla África no querrán irse porque la gente no se va de donde se encuentra bien. Pero tampoco olvidemos que la historia de la humanidad es la historia de las migraciones.

José Saramago

Enseñar la historia del presente hacia el pasado (II).José Saramago


Nos enseñan la historia del pasado al futuro y la historia debemos enseñarla al revés: comenzar por el día de hoy y andar hacia atrás, porque así puede entenderse mejor por qué el hoy es lo que es y no otra cosa. En el fondo, la incapacidad de aprender es producto de una especie de cultivo del olvido. En estos momentos lo único que interesa es el ahora. Este vértigo nos impide entender por qué somos como somos, por qué sucede lo que sucede, por qué pensamos como pensamos. Si no podemos contestar estas preguntas, no sabemos nada. Peor aun, ignoramos lo que somos. La información y la dispersión se multiplican y todo sucede como en espejismos continuos. Al final no sabemos lo que somos ni dónde nos encontramos.


José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998

Enseñar la historia del presente hacia el pasado. José Saramago


La historia debe enseñarse partiendo desde el presente hacia el pasado; sólo a la luz de la actualidad podrían entenderse bien algunos acontecimientos del pasado, y no queda más remedio que hablar de Estados Unidos, porque son los dueños del mundo. ¿Cómo llegaron a eso? Habría que preguntarse por qué intervinieron en Vietnam o en Corea, que están tan lejos de Arizona. Ambas intervenciones dibujan un plan a largo plazo que está culminando ahora.
Si Estados Unidos le presta un apoyo total a Israel no es sólo porque haya un lobby judío en el país norteamericano, sino porque es la cabeza de puente de Estados Unidos en Oriente, y eso significa que hay un plan de dominio. El viaje hacia atrás es más claro y ayuda a entender lo que está pasando ahora. 
José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998 

LIBROS

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La tumba de las luciérnagas (II Guerra Mundial)







jueves, 20 de octubre de 2011

Identidad latinoamericana 3 por Eduardo Galeano

Identidad latinoamericana 2 por Eduaardo Galeano

Identidad latinoamericana por Eduardo galeano

Eduardo Galeano: "medios de comunicacion"

Eduardo Galeano "Los nadies" (EL libro de los abrazos)


Título: Los Nadie, por Eduardo Galeano
Texto del artículo:


*LOS NADIE*

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con salir
de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

*Eduardo Galeano*

miércoles, 19 de octubre de 2011

Manu Chao-Clandestino


Eduardo Galeano: La independencia es otro nombre de la dignidad

Eduardo Galeano: La independencia es otro nombre de la dignidad

Eduardo Galeano
Cronicon, net
 
 
Palabras pronunciadas el 22 de febrero de 2011, en la ceremonia de entrega de la Medalla 1808, que el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, otorgó al escritor uruguayo Eduardo Galeano.
***
Quiero dedicar este homenaje a la memoria viva de dos Carlos: Carlos Lenkersdorf y Carlos Monsiváis, amigos muy queridos que ya no están, pero siguen estando.
***
Y empiezo por decir gracias: Gracias, Marcelo, por este regalo, esta alegría. Te digo gracias en nombre propio y también en nombre de los muchos sureños que jamás olvidarán su gratitud a México, el país de su exilio, refugio de perseguidos en los años de mugre y miedo de nuestras dictaduras militares.
Y quiero subrayar que México merece, por eso y por muchos otros motivos, toda nuestra solidaridad, ahora que esta tierra entrañable está siendo víctima de la hipocresía delnarcosistema universal, donde unos ponen la nariz y otros ponen los muertos, y unos declaran la guerra y otros reciben los tiros.
***
Este acto generoso me honra por venir de quien viene. La ciudad de México está a la vanguardia en la lucha por los derechos humanos, en un amplio abanico que va desde la diversidad sexual hasta el derecho a respirar, que ya parecía perdido.
Y mucho me honra recibir esta ofrenda, porque mucho tiene de desafío: en nuestros países la independencia plena es todavía, en gran medida, una tarea por hacer, que nos convoca cada día.
***
En la ciudad de Quito, al día siguiente de la independencia, una mano anónima escribió en una pared: Último día del despotismo y primero de lo mismo.
Y en Bogotá, poco después, Antonio Nariño advertía que el alzamiento patriótico se estaba convirtiendo en baile de máscaras, y que la independencia estaba en manos de caballeros de mucho almidón y mucho botón, y escribía:Hemos mudado de amos.
Y el chileno Santiago Arcos comprobaba, desde la cárcel:
-Los pobres han gozado de la gloriosa independencia tanto como los caballos que en Chacabuco y Maipú cargaron contra las tropas del rey.
***
Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La independencia renegó de quienes, peleando por ella, se habían jugado la vida; y las mujeres, los analfabetos, los pobres, los indios y los negros no fueron invitados a la fiesta. Aconsejo echar un vistazo a nuestras primeras Constituciones, que dieron prestigio legal a esa mutilación. Las Cartas Magnas otorgaron el derecho de ciudadanía a los pocos que podían comprarlo. Los demás, y las demás, siguieron siendo invisibles.
***
Simón Rodríguez tenía fama de loco, y así lo llamaban: El loco. Decía locuras, como éstas:
-Somos independientes, pero no somos libres. La sabiduría de Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son, en nuestra América, dos enemigos de la libertad de pensar. Nuestra América no debe imitar servilmente, sino ser original.
Y también:
-Enseñemos a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.
Don Simón decía locuras, y hacía locuras. Allá por mil ochocientos veinte y pico, sus escuelas mezclaban a los niños y a las niñas, a los pobres y a los ricos, a los indios y a los blancos, y también unían la cabeza y las manos, porque enseñaban a leer y a sumar, y también a trabajar la madera y la tierra. En sus aulas no se escuchaban los latines de sacristía y se desafiaba la tradición del desprecio por el trabajo manual. Poco duró la experiencia. Un clamor de indignadas voces exigía la expulsión de este sátiro que ha venido a corromper a la juventud, y el mariscal Sucre, presidente del país que ahora llamamos Bolivia, le exigió la renuncia.
A partir de entonces, anduvo a lomo de mula, peregrinando por las costas del Pacífico y las montañas de los Andes, fundando escuelas y formulando preguntas insoportables a los nuevos dueños del poder:
-Ustedes, que imitan todo lo que viene de Europa y de los Estados Unidos, ¿por qué no les imitan la originalidad, que es lo más importante?
Este viejo vagabundo, calvo, feo y barrigón, el más audaz y el más querible de los pensadores de América, estaba cada día más solo, y solo murió.
A los ochenta años, escribió:
-Yo quise hacer de la tierra un paraíso para todos. La hice un infierno para mí.
***
Simón Rodríguez fue un perdedor. Según la escala de valores de este mundo, que sacraliza el éxito y no perdona el fracaso, los hombres como él no merecen memoria.
Pero, ¿acaso no está vivo don Simón en la energía de dignidad que hoy recorre nuestra América de norte a sur? ¿Cuántos hablan por su boca, aunque no lo sepan, como hablaba en prosa aquel personaje de Molière que no sabía que hablaba en prosa?
¿Acaso don Simón no nos sigue enseñando, un siglo y medio después de su muerte, que la independencia es otro nombre de la dignidad? Es verdad que todavía pesa, y mucho, la herencia colonial, que aplaude la copia y maldice la creación y admira, como denunciaba don Simón, las virtudes del mono y del papagayo. Pero también es verdad que son cada vez más los jóvenes que sienten que el miedo es una cárcel humillante y aburrida, y libremente se atreven a pensar con sus propias cabezas, sentir con sus propios corazones y caminar con sus propias piernas.
***
Yo no creo en Dios, pero sí creo en el humano milagro de la resurrección. Porque quizás se equivocaban aquellos dolientes que se negaban a creer en la muerte de Emiliano Zapata, y creían que se había marchado a Arabia en un caballo blanco, pero sólo se equivocaban en el mapa. Porque a la vista está que Zapata sigue vivo, aunque no tan lejos, no en las arenas de Oriente: él anda cabalgando por aquí, aquí cerquita nomás, queriendo justicia y haciéndola.
Y fíjense ustedes lo que ha ocurrido con otro perdedor, José Artigas, el hombre que hizo la primera reforma agraria de América, antes que Lincoln y antes que Zapata.
Hace casi dos siglos, él fue vencido y condenado a la soledad y al exilio. En años recientes, la dictadura militar del Uruguay le erigió un ampuloso mausoleo, queriendo encerrarlo en cárcel de mármol. Pero cuando la dictadura intentó decorar el monumento con algunas de sus frases, no encontró ninguna que no fuera subversiva. Ahora el mausoleo tiene fechas y nombres de batallas, y ninguna frase. Involuntario homenaje, involuntaria confesión: Artigas no es mudo, Artigas sigue siendo peligroso.
Cosa curiosa: con tantos vivos que hablan sin decir, en nuestras tierras hay muertos que dicen callando.
***
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos cometieron la insolencia de amar a su tierra, y por ella se jugaron la vida. Pero está visto que el patriotismo es el honorable privilegio de los países dominantes: sólo los que mandan tienen el derecho de ser patriotas. En cambio, los países dominados, condenados a obediencia perpetua, no pueden ejercer el patriotismo, so pena de ser llamados populistas, demagogos, delirantes: nuestro patriotismo se considera una peste, peste peligrosa, y los amos del mundo, que nos toman examen de Democracia, tienen la mala costumbre de conjurar esta amenaza a sangre y fuego.
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos se negaron a repetir la historia y quisieron cambiarla.
Bienaventurados sean los perdedores, y malditos sean quienes confunden el mundo con una pista de carreras y lanzados a las cumbres del éxito trepan lamiendo hacia arriba y escupiendo hacia abajo.
Bienaventurados sean los indignados, y malditos sean los indignos.
Maldita sea la exitosa dictadura del miedo, que nos obliga a creer que la realidad es intocable y que la solidaridad es una enfermedad mortal, porque el prójimo es siempre una amenaza y nunca una promesa.
Bienaventurado sea el abrazo, y maldito sea el codazo.
***
Sí, pero… Cuántos perdedores, ¿no?
Cuando algún periodista me pregunta si soy optimista, yo contesto, sinceramente:
-A veces. Depende de la hora.
Siempre me parecieron más bien inhumanos los optimistas full time.
Creo que el desaliento es un derecho humano, y de algún modo es también la prueba de que somos humanos, porque no sufriríamos el desaliento si no tuviéramos aliento.
Hay que reconocer que no es muy alentadora la realidad, que tiene la jodida costumbre de recompensar a los exprimidores del prójimo y a los exterminadores de la tierra, el agua y el aire. Y en cambio, las más apasionantes aventuras de transformación de la realidad suelen quedarse a mitad de camino, o se extravían y se pierden, y muchas veces terminan mal.
Hay que reconocerlo, digo, pero también cabe preguntar: Cuando esas lindas experiencias colectivas terminan mal, ¿de veras terminan? ¿No hay nada que hacer, sólo nos queda resignarnos y aceptar el mundo tal cual es, como si fuera destino? Hace pocos años, se puso de moda la teoría del fin de la historia. Más de uno se tragó ese sapo, a pesar de que el sentido común nos demuestra, con poderosa sencillez, que la historia nace de nuevo cada mañana.
Lo mejor de este asunto de vivir está en la capacidad de sorpresa que la vida tiene. ¿Quién podía presentir que los países árabes iban a vivir este huracán de libertad que están ahora viviendo? ¿Quién iba a creer que la plaza de Tahrir iba a dar al mundo esta lección de democracia? ¿Quién iba a creer lo que ahora puede creer ese muchachito plantado en la plaza durante días y noches, cuando dice: Nadie nos va a mentir nunca más?
Al fin y al cabo, cuando la historia dice adiós, o eso parece decir, ella nos está diciendo, o al menos murmurando: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.
Y yo me despido de ustedes, ahora, que ya es hora, como la historia me enseñó, diciéndoles gracias, diciéndoles: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.
Ciudad de México, febrero 22 de 2011.

PPT Caida URSS y nuevo orden mundial

Caida URSS y nuevo orden mundial

lunes, 17 de octubre de 2011

Eduardo Galeano: Mundo actual

ESTRATEGIAS PARA REFORZAR LA IDENTIDAD CULTURAL

LA OBSERVACIÓN

Patriminio cultural Región del Bio Bio

patrimonio

Los caminos de la historia


 
DEL Texto: “Estudio de la Historia”
de Ma. Carmen González M.

La historia es sin duda el aporte de una larga cadena de individuos preocupados por su existir y que ven en esta disciplina la respuesta a sus inquietudes. 


Una confrontación constante

            En la historia de la historiografía mundial ha existido una cruzada persistente de las formas o concepciones opuestas con respecto a esta ciencia (la historia) y por lo cual se ha debatido en distintos niveles la utilidad de esta ciencia, por tal motivo no extraña que fuese utilizada para afianzar  sistemas de  gobiernos y sistemas políticos en general. La utilidad y las funciones de la historia son disímiles según cada corriente historiográfica pero cada cual prescinde del enfoque de las otras y del debate entre ellas han surgidos textos que hoy en día son clásicos, como por ejemplo “Combates por la historia”, de Lucien Febvre.

            Esto ha hecho que el problema existente -con respecto a la historia (lo expuesto en el anterior párrafo) hace que los que están en directa relación con esta ciencia, constantemente se interroguen sobre esta misma y no logren obtener una respuesta que los satisfaga y haga que se pregunten sobre la utilidad y significado de propio de la historia. Ha resultado difícil para cualquier escuela responder a las preguntas básicas sobre la historia (que es, la utilidad, o hacia dónde va), generalmente cada respuesta presenta baches y que no llegan a convencer ni siquiera a los que la plantean lo que evidentemente hace plantearse la idea de una crisis y confrontación constante. Quizás una de las preguntas de más controversia es si la historia posee un carácter científico que le permita ser ciencia (con métodos científicos)  aspira a serlo o no es más que una disciplina carente de rasgos definidos y distintivos.

            En cada  nación (de occidente por lo menos) la historia ha tenido que sortear cuestionamientos en su quehacer dentro de los contextos sociales propios  de cada territorio y  en el devenir de los últimos siglos del milenio, cuyas interrogante se han acelerado de la mano con los profundos cambios que se suscitaron.


Evolución y tentaciones de la Historia

            La historia ha pasado de su parte del género literario con una variedad de carentes de la misma literatura (antigüedad) a ser comprendida como la conocemos en la actualidad a partir del S. XVIII y principios del S: XIX en dónde en definitiva se reconoce  una disciplina llamada propiamente tal “Historia”. Del renacimiento y la ilustración la historia ha tomado un nuevo carácter y que reemplaza a la concepción teológica cristiana.

            Los movimientos intelectuales y artísticos  fueron capaces de influir gravitantemente en el que será el inicio  de una cadena de nuevos aportes a las formas de hacer historia eso sumado al interés por los procesos contemporáneos (siglo XII)  políticamente relevantes y en dónde la historia estuvo al servicio del poder instaurado en forma de “crónica”, esto en cierta medida viene a humanizar la historia, y con los aportes de la ilustración cuya perspectiva de guerra se extendería más a campos como la moral o las costumbres.

            En el siglo XIX, la historia no pudo estar ajena a los procesos que se vivían en el mundo y  se vio gravitantemente  influenciada por las ciencias naturales las cuales estaban de moda y sus métodos parecían lógicos y dignos de ser imitados, en especial por el método científico y se trata de buscar leyes que rijan el comportamiento  social, en consecuencia se cae en una historia “positivista” avalada por la búsqueda de fuentes rígidas y objetivas tratando de contar los hechos históricos tal como sucedieron y tratando de descubrir la “verdad” manteniendo una imparcialidad lo qu8e significaba el alejamiento de percepciones filosóficas de la ilustración,  el reflejo a otras corrientes de la historia por ejemplo  lo cultural o lo económico, se abandonaba.

            La aparición del materialismo histórico sustentado en Marx y Engels confecciona un nuevo escenario que no tiene cabida hasta siglo XX con la aparición de los regímenes autoritarios, el capitalismo y los devastadores procesos suscitados.
           
Las arterias de la historia

            La historia del siglo XX –o el análisis histórico- se ve enmarcado dentro de tres corrientes que se tornan las principales durante esta época, estas son: la escuela alemana, la marxista (Inglesa), y los annales (Francia).

            Los annales en la tercera década del siglo XX, hacen aportes fundamentales al estudio de la historia, la Interdisciplinaridad y los aportes que puedan hacer estas contribuyen directamente a construcciones mucho más completos. Los annales fundan lo que sería una serie de generaciones de historiadores,  principalmente europeos, que terminas con la historia cultural (Burke) y de las “mentalidades”.
           
            Las tres corrientes historiográficas, dominantes durante “la década de oro de la historiografía (1960-1970)” son cuestionadas durante la década del 70, pues al estar aisladas una de la otra, cada una prescindía de algo que tenía la otra.

            A raíz de algunos aportes de la escuela de los Annales, nace la historia de las Mentalidades –que mezcla los análisis históricos con la sociología o la psicología. El debate posterior a los años 70, aporta nuevos elementos al estudio de la historia, tales como los estudios antropológicos, traen nuevos enfoques (Micro histórico) y fijan su mirada en actores históricos antes dejados de lado, en este instante se da paso al estudio de la vida privada, popular, de la mujer, por citar algunos ejemplos.

Nuevos ruedos

            Los profundos  cambios sociales y los avances de la modernidad que se han producido en los últimos años del siglo XX, han dad pie para que la historia acapare nuevos temas, dándole fuerza y un nuevo carácter. Aunque ya no predominan las clásicas concepciones de la historia, tampoco ninguna escuela, cuestión que tiene que ver no con una crisis de la historia si no de la filosofía del cientificismo. La historia tiene que someterse a la nueva sociedad de incertidumbre, dónde realmente no se sabe cual es el camino correcto a seguir.

 Del debate histórico a la sala de clases

            En este punto es importante destacar, que si bien, la historia como ciencia –les guste la denominación o no a algunos- ha tenido una transformación algo tortuosa, a estado sólo entre los expertos, pues en las aulas -a través de los profesores-, no se ha percibido tan abiertamente. Sólo se puede notar en los planes y programas, según la corriente política del gobierno en curso del estado que se vea, y el profesor de historia a tendido a tomar una posición más neutral dentro de lo que debe de enseñar, se preocupa ,casi exclusivamente, de QUE debe enseñar y no de que historia enseñar a sus alumnos como tratando de no meterse en problemas, o bien, por que no dispone del tiempo o de la disposición para inmiscuirse en asuntos que ve sólo le competen a los especialistas, o sea, los historiadores.

 
César Gutiérrez H
Astrid Márquez A.